Miami, Cuba, Boston... Un ambiente fantástico entre los casi 200 invitados del continente vecino para disfrutar de una fiesta llena de grandes vibraciones en un lugar único y especial del Mediterráneo.
El Tequila dio la bienvenida y marcó el preludio de una divertida noche de verano en Mallorca.
Como si de un mercadillo de pueblo se tratase, los puestos de comida inspirados en la cocina mallorquina tradicional enamoraron a la gente, los cuales, no pararon de disfrutar de buenas bebidas, buena comida y muy buena música de rumba y flamenco. ¡La fiesta nunca terminó!