La primavera mallorquina fue el escenario de una historia de amor en el día de su Boda.
La ceremonia católica de Karinna y Daniel fue en una Iglesia muy solemne y rodeados por sus familiares, amigos, y seres queridos llegados de otros continentes.
Una vez que todos los invitados llegaron a la idílica Finca Mallorquina con vistas a la montaña, empezó la Gran Fiesta. Risas, brindis, música latina, una cena de Estrella Michelin en el patio mallorquín, mucho frenesí al ritmo de tambores y un fin de fiesta hasta el amanecer.
Muchísimas gracias por hacernos partícipes y cómplices de unos días de boda tan inolvidables.