El amor no tiene edad y es por eso que esta increíble pareja no perdió la oportunidad de celebrar una boda tan especial. La pareja se rodeó de amigos y familiares en un lugar perfecto para su gran día.
Una finca mallorquina, una ceremonia civil, muchas risas, un catering delicioso, una decoración muy natural en el patio mallorquín y muchas notas musicales para celebrar su amor en una fiesta sin fin.
Gracias Isabel y Xim por mostrarnos que el amor no tiene edad. Estamos muy contentos de haber formado parte de la boda con la que soñabais.